Hermanos y hermanas, Efesios 1:19 nos revela la "supereminente grandeza de su poder". Este no es un poder débil o limitado, sino un poder que excede toda comprensión, como dice Salmo 147:5: "Grande es nuestro Señor, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito." Consideremos a David, un joven pastor que enfrentó a Goliat, no con su fuerza, sino con la confianza en el poder de Jehová. 1 Samuel 17:45-47 narra cómo David declaró: "Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado." El poder de Dios se manifestó en la victoria de David, un testimonio de la inmensa fuerza disponible para nosotros.