La Gloriosa Segunda Venida de Cristo: Un Estudio Bíblico

Hermanos y hermanas en Cristo, la Biblia nos habla repetidamente de la segura y gloriosa segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. No es una mera especulación teológica, sino una promesa firme y consoladora. Como dice Hebreos 9:28: "así también Cristo, habiendo sido ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan."

Esta promesa nos llena de esperanza en medio de la adversidad, nos llama a la vigilancia y a la perseverancia en la fe, como lo afirma 1 Tesalonicenses 4:16-17: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."

Nuestro Señor Jesús, en Mateo 24, nos advierte sobre las señales que precederán a su regreso. No nos da una fecha exacta, sino que nos describe un tiempo de gran tribulación, guerras, falsos profetas y un aumento de la impiedad. La lectura de este capítulo nos exhorta a la oración ferviente y a la vigilancia espiritual. Mateo 24:36-37 nos recuerda: "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre."

La proliferación de la iniquidad, el incremento de la apostasía y el surgimiento de poderes mundiales son señales que debemos observar con discernimiento y oración. Debemos prepararnos espiritualmente y no dejarnos llevar por el engaño.

Mientras esperamos el glorioso regreso de nuestro Salvador, nuestra responsabilidad es vivir una vida digna de su llamado. Debemos ser luz en medio de las tinieblas, testigos fieles de su amor y gracia. Como dice 2 Pedro 3:11-14: "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo debéis vosotros andar en santa y piadosa conducta, esperando y apresurándoos la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo derretidos, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, esperando esto, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles en paz."

Vivir una vida consagrada a Dios, proclamar el evangelio y amar a nuestro prójimo es la mejor preparación para la segunda venida de Cristo.