La Buena Oveja y el Pastor: Un Estudio de Juan 10:22-42

La Fiesta de la Dedicación y la Afirmación de Jesús

En Juan 10:22-23, encontramos a Jesús en Jerusalén durante la Fiesta de la Dedicación, una celebración que recordaba la purificación del Templo. Este contexto es crucial, pues Jesús, el verdadero Templo, se presenta abiertamente a sí mismo.

Los judíos se dividen en sus opiniones sobre Jesús (v. 19-21). Algunos lo creen el Mesías, otros no. Esta división refleja la división que existe siempre entre quienes aceptan y rechazan a Cristo. Como dice Isaías 8:14, "Él será santuario, pero piedra de tropiezo y roca de caída para las dos casas de Israel".

La Declaración de la Divinidad de Jesús

Jesús declara explícitamente su unidad con el Padre (v. 30), una afirmación que provoca la indignación de los judíos. Esta unidad no es simplemente una unión espiritual, sino una unidad ontológica, una misma esencia. Como dice Juan 1:1, "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios."

La respuesta de los judíos, intentando apedrear a Jesús (v. 31), demuestra la dificultad de aceptar la divinidad de Cristo. Su obra y palabras desafiaban sus preconceptos religiosos y su orgullo. Su rechazo refleja el corazón humano que resiste la soberanía de Dios.

El Amor del Buen Pastor

Jesús se presenta como el Buen Pastor (v. 11, 14), contrastando con los mercenarios que abandonan las ovejas en peligro. Este pasaje nos habla del amor sacrificial de Cristo por su rebaño. Como dice Juan 15:13, "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos."

La imagen del pastor que conoce a sus ovejas individualmente y las guía a lugares de pastoreo representa el cuidado personal y la guía que Jesús ofrece a sus seguidores. Su amor es protector, proveedor y constante.

El Conocimiento del Padre

Jesús afirma conocer al Padre (v. 15), una afirmación que subraya su íntima relación con Dios. Este conocimiento no es simplemente un entendimiento intelectual, sino una comunión profunda e inherente a su ser. Es la misma intimidad que invita a sus seguidores a conocer al Padre (v. 38).

Su invitación a conocer al Padre (v. 38) es una llamada a la fe personal y una profunda relación con Dios. El creer en Jesús significa conocer a Dios y vivir en comunión con El. El Padre mismo da testimonio de su Hijo (v. 37).

El pasaje de Juan 10:22-42 nos llama a reflexionar sobre nuestra propia respuesta a Jesús. ¿Rechazamos su afirmación de divinidad, o lo aceptamos como el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas? La elección es nuestra, y las consecuencias eternas son inmensas. Que busquemos conocer a Dios a través de su Hijo, Jesucristo, y experimentemos la vida abundante que Él promete.

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