Hermanos y hermanas en Cristo, el Salmo 127 nos recuerda una verdad fundamental: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda." (Salmo 127:1). No importa cuánto esfuerzo humano dediquemos a nuestras familias, a nuestras casas, a nuestras vidas, si no contamos con la bendición de Dios, nuestros esfuerzos serán en vano. Es Él quien pone el fundamento, quien da el sostén y la protección.