El Camino de la Salvación: Ordo Salutis
La obra de la gracia de Dios comienza con su llamado, invitando a la humanidad a la fe en Jesucristo. Este llamado se extiende a todos por igual, independientemente de su origen o condición. Es un acto soberano de Dios, quien elige a quienes quiere para que sean salvos (Romanos 8:28).
La regeneración es la obra transformadora de Dios en el corazón del pecador. Es el nuevo nacimiento, un cambio radical que hace que el hombre sea capaz de recibir y responder a la gracia de Dios. Este proceso es obra del Espíritu Santo (Juan 3:3-8).
La conversión es el acto consciente y voluntario del hombre de volverse a Dios. Es un cambio radical de mente y de corazón, donde se abandona el pecado y se busca la justicia de Dios. Esta decisión es motivada por la gracia y el amor de Dios (Hechos 3:19).
La fe es la confianza plena en la persona y obra de Jesucristo. Es el medio por el cual se recibe la salvación, la que nos da acceso a la gracia de Dios. Esta fe es un regalo de Dios, pero también requiere una respuesta personal y una decisión de confiar en él (Efesios 2:8-9).
El arrepentimiento es un cambio de mente y de corazón que implica el dolor por el pecado y un rechazo de las malas acciones. Es un giro de 180 grados, una renuncia al camino anterior para seguir a Jesús. El arrepentimiento es esencial para la salvación y la reconciliación con Dios (Lucas 13:3, 5).
La justificación es la declaración legal de Dios que declara al pecador justo a sus ojos. Se basa en la obra de Jesucristo, quien murió en la cruz por nuestros pecados y nos imputa su justicia. Esta declaración es recibida por la fe y nos coloca en una relación correcta con Dios (Romanos 3:23-26).
La adopción es el acto de Dios que nos recibe como sus hijos, dándonos los privilegios y derechos que pertenecen a la familia de Dios. Es un proceso que nos convierte en herederos del reino de Dios y nos da acceso a todas las bendiciones de la gracia. Este es el sello que confirma nuestro nuevo nacimiento y nos hace partícipes de la naturaleza divina (Romanos 8:15-17).
La santificación es el proceso progresivo de ser transformados a la imagen de Cristo. Es un crecimiento continuo en la gracia, en el conocimiento de Dios, y en la obediencia a su voluntad. La santificación es la obra del Espíritu Santo, pero también requiere la cooperación del creyente (2 Corintios 3:18).
La perseverancia es la fidelidad a la fe hasta el fin, la que nos lleva a la vida eterna. Es un proceso de resistir las tentaciones, de superar las pruebas y de mantener la esperanza en la promesa de Dios. La perseverancia es un regalo de Dios, pero también requiere nuestra determinación y esfuerzo (Mateo 24:13).
La gloria es la culminación de la obra de Dios en nuestra vida. Es el momento en que somos hechos perfectamente semejantes a Cristo, cuando nuestra alma y cuerpo son glorificados en su presencia. Es la recompensa para los que han perseverado en la fe y han sido fieles a Dios (Apocalipsis 21:4).
El "Ordo Salutis", o "orden de la salvación", nos ayuda a entender el proceso de redención que Dios ha establecido para nosotros. No es un camino lineal, sino una obra progresiva que involucra la gracia de Dios y la respuesta del hombre. La Biblia nos revela que la salvación es un regalo gratuito, pero que requiere una decisión consciente y un compromiso de seguir a Jesús. Cada paso en este camino es fundamental para la vida cristiana y nos conduce a una relación plena con Dios, que culmina en la gloria eterna.
Llamada
Regeneración
Conversión
Fe
Arrepentimiento
Justificación
Adopción
Santificación
Perseverancia
Gloria