Dios, en su infinita sabiduría y amor, posee un poder que trasciende toda comprensión humana. Salmo 147:5 nos recuerda: "Grande es nuestro Señor, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito". Su poder no está limitado por el espacio, el tiempo o las circunstancias. Él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin (Apocalipsis 1:8), el creador de todo lo que existe (Génesis 1:1).