Las Bodas del Cordero: Una Celebración Celestial

Hermanos y hermanas en Cristo, la Biblia nos habla de una gran fiesta, una celebración celestial de proporciones inimaginables: las Bodas del Cordero, descritas con vívida intensidad en el Apocalipsis. Apocalipsis 19:7-9 nos dice: ?¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso, reina. ¡Regocíjense y alégrensenos, y demos gloria a él! Porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.? Esta invitación no es solo para un grupo selecto, sino para todos aquellos que han aceptado la salvación ofrecida por nuestro Señor Jesucristo.

Pero, ¿quién es la esposa del Cordero? Efesios 5:25-27 nos ilumina: "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." La esposa representa a la Iglesia, la congregación de creyentes purificados por la sangre de Cristo, hechos santos a través de su sacrificio.

Las Bodas del Cordero no son simplemente una celebración; es la culminación de la redención, el momento en que el amor incondicional de Dios y la fidelidad de su pueblo se unen para siempre. En ese día, experimentaremos una alegría incomparable, un gozo que sobrepasa todo entendimiento, como lo describe 1 Pedro 1:8: "aun sin haberlo visto, lo amáis; y creyendo en él, aunque ahora no lo veáis, os regocijáis con gozo inefable y glorioso". Es la promesa de una vida eterna en la presencia de Dios, libre del pecado y del sufrimiento.