El búfalo, aunque fuerte, enfrenta adversidades. Así también, nosotros nos enfrentamos a la enfermedad, la pérdida y las tentaciones. Pero como el búfalo persiste, nosotros también debemos perseverar en nuestra fe. Santiago 1:2-4 nos recuerda: "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Y la paciencia ha de tener su obra completa, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada."