Hermanos y hermanas en Cristo, el arrianismo, esa herejía perversa, buscaba disminuir la gloria de nuestro Señor, negando su divinidad eterna. Pero las Escrituras proclaman con claridad la eternidad de Cristo, su existencia antes de la creación del mundo. Como dice en Juan 1:1, "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." No se trata de una divinidad creada, sino de una coexistencia eterna con el Padre. Colosenses 1:15-17 nos revela que Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, por medio de él fueron creadas todas las cosas en los cielos y en la tierra.