Hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje central de este estudio nos recuerda la profunda verdad de la omnipresencia de Dios. Él no es un ser distante e indiferente a nuestras vidas, sino un Dios que conoce el detalle más insignificante de nuestra existencia, como se lee en Salmos 139:1-6: "Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido mis pensamientos desde lejos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda." Dios no sólo observa, sino que conoce nuestros pensamientos, intenciones y acciones, incluso antes de que las llevemos a cabo.