Juan Bautista, según Mateo 3:3, fue una voz que clamaba en el desierto: "Porque éste es aquel de quien escribió el profeta Isaías, diciendo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas." Su misión no era ser el Mesías, sino preparar el camino para Él, anunciando su inminente llegada y llamando al arrepentimiento.