En Juan 3, encontramos a Nicodemo, un respetado líder religioso, que se acerca a Jesús de noche. Su pregunta, "¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?", revela su incomprensión de la naturaleza espiritual del reino de Dios. Jesús, en su infinita sabiduría, responde con una verdad fundamental: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5). Este encuentro destaca la necesidad de un cambio radical, una transformación espiritual que va más allá de la comprensión humana.