Hermanos y hermanas en Cristo, el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto, tal como se narra en Mateo 4, nos ofrece una poderosa lección sobre la naturaleza de la tentación y nuestra lucha contra el pecado. Jesús, siendo completamente Dios y completamente hombre, experimentó la tentación, pero sin ceder a ella. Él nos muestra el camino a seguir, demostrando que es posible vencer las tentaciones con la Palabra de Dios. Como dice Hebreos 4:15: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado."