Gálatas 5:22-23 nos describe el fruto del Espíritu: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley". Si verdaderamente hemos experimentado la transformación del Espíritu Santo, este fruto se manifestará en nuestras vidas diarias.
Juan 13:35: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". El amor incondicional, la compasión y el servicio a los demás son evidencias innegables de una vida transformada por Cristo.