Hermanos y hermanas, vivimos en un mundo inundado de mentiras, de medias verdades que nos encadenan. Nos encontramos atados a la esclavitud del pecado, a la opresión del miedo y la duda. Como dice Romanos 6:20: "Porque cuando erais siervos del pecado, erais libres respecto a la justicia." Esta libertad aparente, sin embargo, es una ilusión, una prisión disfrazada de libertad.