¿Cómo y Dónde Podemos Ver a Dios?

Salmo 19:1 nos dice: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos." La inmensidad del universo, la belleza de la naturaleza, la complejidad de la vida misma, todo grita la existencia y el poder de un Creador. Romanos 1:20 declara: "Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa." Al contemplar la creación, podemos vislumbrar la grandeza de Dios.

2 Timoteo 3:16-17 afirma: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." La Biblia no es simplemente un libro antiguo; es la Palabra viva de Dios, revelando Su carácter, Sus planes y Su amor por la humanidad. Al estudiar y meditar en las Escrituras, Dios se revela a nuestro corazón y nuestra mente.

Hebreos 10:24-25 nos exhorta: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que se acerca el día." Dios se manifiesta en la iglesia, el cuerpo de Cristo. Al reunirnos con otros creyentes, al servir juntos, al apoyarnos mutuamente, experimentamos la presencia y el poder del Espíritu Santo. A través de la comunidad cristiana, podemos ver el amor y la gracia de Dios en acción.

Gálatas 2:20 dice: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." La transformación de una vida marcada por el pecado a una vida dedicada a Dios es una evidencia poderosa de Su obra en nosotros. Cuando vemos a alguien experimentar el perdón, la sanidad y la paz de Dios, estamos viendo a Dios obrando.