Hermanos y hermanas en Cristo, ¿cuántas veces nos hemos sentido abrumados por las pruebas de la vida? El mundo nos bombardea con desafíos que amenazan con desanimarnos y desviarnos de nuestro camino. Pero la palabra de Dios nos ofrece una promesa inquebrantable: "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia," (Efesios 6:14). Esta armadura espiritual, proporcionada por nuestro Señor, nos fortalece para resistir las tentaciones y las adversidades.
Recuerda las palabras de Josué: "Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni os amedrentéis delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará" (Josué 1:9). Esta promesa nos llena de valor, sabiendo que no estamos solos en nuestra lucha. Dios camina a nuestro lado, guiándonos y protegiéndonos.