La Protección de Dios sobre sus Hijos
Dios es nuestro refugio y fortaleza, un auxilio siempre presente en la tribulación. (Salmo 46:1)
La fe en Dios nos protege del miedo y la ansiedad, permitiéndonos enfrentar las dificultades con confianza.
La fe nos conecta con el poder infinito de Dios, quien nos sostiene y nos da fuerzas en medio de las pruebas.
La Guía del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es nuestro guía y consolador, quien nos dirige por el camino correcto.
Él nos da sabiduría y discernimiento para tomar decisiones acertadas.
Nos protege de los peligros que acechan en nuestro camino, guiándonos hacia la seguridad y la paz.
Dios ha prometido proteger a sus hijos, cuidar de ellos y nunca abandonarlos.
Él nos librará de todo mal, nos dará victoria sobre nuestros enemigos y nos concederá su paz.
Podemos confiar en su fidelidad y saber que Él está a nuestro lado en todo momento.
La protección de Dios no es una barrera física, sino una presencia constante que nos da seguridad y confianza. Al confiar en Él, recibimos su gracia, su sabiduría y su poder para superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino. Vivir bajo su protección nos da la libertad de avanzar con esperanza y seguridad, sabiendo que Él nunca nos dejará ni nos abandonará.
Dios
Protección
Fe
Espíritu Santo
Promesa
Seguridad
Paz