Hermanos y hermanas en Cristo, Hebreos 11:1 nos presenta una definición concisa y profunda de la fe: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." No es una creencia vaga o superficial, sino una convicción profunda, una certeza arraigada en el corazón. No es una simple esperanza, sino la plena seguridad de lo que Dios ha prometido.