El relato de Números 12 nos presenta una profunda lección sobre la obediencia y la reverencia a Dios. Miriam y Aarón, figuras prominentes en la liberación de Israel, se rebelaron contra Moisés, el siervo escogido por Dios. Su queja, aunque quizás en parte motivada por la preocupación por la esposa de Moisés, fue una falta de respeto a la autoridad divina que Dios había depositado en Moisés. "Entonces Miriam y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque había tomado mujer cusita." (Números 12:1).