La Visión de Cornelio: Un llamado a la inclusión
El contexto de la visión: Un centurión romano
Hechos 10:1 nos presenta a Cornelio, un centurión del ejército romano, un hombre de la legión italiana. Este detalle es crucial, ya que ilustra la extensión del alcance del evangelio más allá de los límites judíos, llegando a los gentiles, aquellos que no eran del pueblo elegido según la carne. Este hecho contrasta con la mentalidad restrictiva de algunos en la iglesia primitiva.
La piedad de Cornelio: Un corazón receptivo a Dios
El pasaje nos dice que Cornelio era "un hombre piadoso, que temía a Dios con toda su casa, y hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios continuamente." (Hechos 10:2). Este versículo destaca que la fe genuina se manifiesta en acciones concretas: la caridad, la oración constante y la reverencia a Dios. No importa la etnia o el estatus social, un corazón piadoso es reconocible por sus frutos.
La respuesta divina: El ángel y la comisión
El ángel del Señor se le aparece a Cornelio, señalando una gran apertura de Dios a los gentiles. Dios no está limitado por barreras culturales o étnicas. El ángel le instruye a enviar mensajeros a buscar a Pedro, demostrando la soberanía de Dios en la dirección de su obra misionera. Dios trabaja en sus tiempos y maneras, guiando la expansión del evangelio de manera sobrenatural.
Hermanos y hermanas, la historia de Cornelio nos enseña una lección invaluable sobre la universalidad del amor de Dios. No hay distinción entre judío y gentil en la mirada de nuestro Señor. Él llama a todos a la salvación, sin importar su origen o pasado. Como creyentes, debemos imitar la apertura de Cornelio y la disposición de Pedro, extendiendo el evangelio a todos los rincones del mundo, recordando siempre que la gracia de Dios se extiende a todos los que la buscan con un corazón sincero, como lo hizo este centurión romano.
Cornelio
Centurión
Romano
Piedad
Limosnas
Oración
Ángel
Pedro
Gentiles
Inclusión
Misionero
Soberanía de Dios