Finalmente, abracemos la esperanza que se encuentra en las promesas de Dios. Isaías 61:1-3 nos ofrece un mensaje de consuelo y restauración: "El Espíritu del Señor Jehová está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel..." Dios tiene un plan para nuestras vidas, un plan de esperanza y de restauración. Confiemos en Él.