Hermanos y hermanas en Cristo, recordemos el relato en Hechos 5:34-39, donde Gamaliel, un respetado doctor de la ley, se levanta en el Sanedrín ante la creciente influencia de los seguidores de Jesús. Se enfrentaban a una situación peligrosa, una nueva fe que parecía desafiar el orden establecido. La reacción impulsiva era la represión, la eliminación de la amenaza percibida. Pero Gamaliel, guiado por la sabiduría divina, ofrece un consejo profundamente significativo. "Si este designio o esta obra es de hombres, se desvanecerá; pero si es de Dios, no podréis destruirlos; no sea que estéis luchando contra Dios" (Hechos 5:38-39).