El Cordero Perdido y la Oveja Encontrada
La Oveja en la Biblia: Un Símbolo de la Humanidad Perdida
En las Sagradas Escrituras, la imagen de la oveja se presenta con frecuencia, representando a la humanidad en su estado vulnerable y necesitado de guía.
El salmista describe al Señor como nuestro Pastor, guiando y protegiendo a su rebaño (Salmo 23).
La parábola del buen pastor (Lucas 15:3-7) ilustra el amor incondicional de Dios por cada una de sus ovejas, incluso las que se extravían.
La Oveja como Imagen de la Fragilidad y la Necesidad de Protección
La oveja es un animal indefenso, fácilmente presa de los depredadores y susceptible a las enfermedades.
Esta fragilidad refleja nuestra propia condición humana, expuesta a las tentaciones y peligros del mundo.
La necesidad de un pastor, de un guía, refleja nuestra dependencia de Dios para nuestra protección y salvación.
El Regreso a la Seguridad del Redil: La Redención
La imagen de la oveja que regresa al redil simboliza el arrepentimiento y el regreso a Dios.
El gozo del pastor al encontrar a su oveja perdida representa la alegría de Dios al recibir de vuelta a un pecador arrepentido.
La redención es un acto de gracia, un regalo inmerecido que recibimos a través de la fe en Jesucristo.
Hermanos y hermanas, recordemos que somos ovejas en necesidad del Buen Pastor. Busquemos su guía en cada paso de nuestra vida, y confiemos en su amor incondicional, aún cuando nos desviemos del camino. Que la imagen de la oveja perdida y encontrada nos inspire a perseverar en nuestra fe y a compartir la buena nueva de salvación con aquellos que aún no la han encontrado.
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