Hermanos y hermanas, las piedras de tropiezo, como se describe en Romanos 14:13, son aquello que causa caída o escándalo a otros. No son necesariamente acciones malintencionadas, sino cualquier cosa que, por falta de consideración o entendimiento, pueda llevar a alguien a tropezar en su fe o a pecar. Puede ser una palabra mal dicha, un acto de injusticia, o incluso una falta de caridad. Como dice 1 Corintios 8:9, "Cuidado, no sea que este poder de vuestro conocimiento se convierta en un tropiezo para los débiles."