El amor no se queda en palabras, sino que se manifiesta en acciones concretas. Santiago 2:14-17 nos advierte: "¿De qué aprovechará, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento diario, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos; pero no les dais las cosas que el cuerpo necesita, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma." El amor verdadero se demuestra a través del servicio, la generosidad y la compasión hacia los necesitados.