La historia de Obed-edom, aunque breve, resuena con un profundo significado. En 2 Samuel 6, encontramos a este hombre recibiendo el Arca del Pacto en su casa. Él no era un rey, ni un sacerdote, ni un profeta prominente, sino un simple hombre que demostró una fe inquebrantable a través de su obediencia. Su disposición a recibir el Arca, a pesar de los peligros potenciales, ilustra la importancia de la sumisión a la voluntad de Dios, tal como se dice en Deuteronomio 28:13: "El Señor te pondrá por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo; si oyeres los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te mando hoy, para guardarlos y ponerlos por obra."