En Juan 13, leemos la narración conmovedora del Señor Jesús lavando los pies a sus discípulos. Este acto, aparentemente sencillo, revela una profunda verdad sobre el servicio y la humildad. No era simplemente una costumbre de higiene, sino un acto simbólico de profundo significado espiritual. Jesús, el Rey de Reyes, se humilla para servir a sus seguidores, estableciendo un nuevo estándar para el discipulado.