El gozo de Jehová se encuentra a través de la oración ferviente (Filipenses 4:6-7: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."), el estudio diligente de Su Palabra (Salmo 19:7-8: "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los preceptos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento de Jehová es puro, que alumbra los ojos."), y la obediencia a Su voluntad (Juan 15:11: "Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido"). Es en la comunión constante con Él que experimentamos la plenitud de Su gozo.