Pero, hermanos, hay esperanza. A pesar de nuestra naturaleza pecaminosa y nuestra propensión a caer en la tentación, Dios, en su infinita misericordia, nos ofrece la redención a través de Jesucristo. Juan 3:16 declara: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." A través de la fe en Jesús, recibimos el perdón de nuestros pecados y la fuerza para resistir la tentación y elegir el camino de la obediencia.