El Gozo que Agrada al Señor: Salmo 149:4

Hermanos y hermanas en Cristo, el Salmo 149:4 nos exhorta a regocijarnos en la presencia del Señor: "Porque Jehová se complace en su pueblo; hermoseará a los mansos con salvación." Este versículo nos revela una verdad fundamental: nuestra alabanza y adoración, nacidas de corazones humildes y agradecidos, son una ofrenda grata al Señor. No se trata de una alabanza superficial, sino de un derramamiento del corazón, reconociendo Su soberanía y Su amor inmerecido.

El Salmo continúa diciendo: "...hermoseará a los mansos con salvación." La salvación, la redención que Dios ofrece a través de Jesucristo, es el fundamento de nuestra alegría. Es una obra maravillosa, un acto de amor inefable que nos redime del pecado y la muerte. 1 Pedro 1:8-9 nos recuerda: "al cual amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os regocijáis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas." Debemos regocijarnos en esta gran verdad.

Cuando alaban y adoran a Dios, los creyentes manifiestan su gratitud por Su inmensa gracia y misericordia. Romanos 5:2 declara: "por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." Esta esperanza, este conocimiento de la gracia divina, llena nuestros corazones de alegría que se manifiesta en alabanza y adoración.