1 Pedro 5:5-6 nos llama a la humildad y la sujeción mutua en la comunidad cristiana: "Asimismo, vosotros, los más jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo". Esta sujeción mutua crea un ambiente de amor, respeto y unidad en el cuerpo de Cristo. Nos recuerda que la verdadera grandeza se encuentra en la humildad y el servicio a los demás.