Mateo 12:29 nos presenta una verdad fundamental sobre el reino de Dios y el reino de las tinieblas: "¿O cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no ata al hombre fuerte? y entonces saqueará su casa." Este versículo nos muestra una batalla espiritual, una lucha entre dos fuerzas opuestas. No se trata de una lucha física, sino una lucha por corazones y mentes. Jesús, el hombre fuerte, vino a desatar a los cautivos del pecado, a liberar a los oprimidos por el poder del mal.