Hermanos y hermanas, la Biblia nos habla de vasos de honor, aquellos escogidos para un propósito especial en el Reino de Dios. Estos son los que han sido limpiados, santificados, preparados para una obra santa y agradable al Señor. Son aquellos que han respondido al llamado de Dios, que han rendido sus vidas a Su voluntad, y que se esfuerzan por vivir una vida santa y justa.