Hermanos y hermanas en Cristo, el Salmo 148 nos invita a una grandiosa celebración, un himno universal de alabanza a nuestro Dios, el Creador de todo. El salmo comienza con una exhortación: "¡Alabad a Jehová desde los cielos!" (Salmo 148:1). Los cielos, con sus incontables estrellas, son llamados a unirse a la alabanza, reflejo de la inmensidad y majestad de Dios. Su creación, desde las alturas celestiales hasta las profundidades marinas, declara Su gloria. Pensemos en la inmensidad del universo, descrito en Isaías 40:26: "Alzad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio."