El Misterio de la Iniquidad: Una Exposición de 2 Tesalonicenses 2

Hermanos, les rogamos, acerca de la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, que no se dejen mover fácilmente de su modo de pensar, ni se alarmen por ningún espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, que dice que el día del Señor está presente. (2 Tesalonicenses 2:1-2). No se dejen engañar por falsos profetas que anuncien prematuramente la segunda venida de Cristo, creando alarma y confusión. Debemos permanecer firmes en la verdad revelada en la Palabra de Dios, no dejándonos llevar por especulaciones o interpretaciones erróneas.

Porque no llegará el día sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,(2 Tesalonicenses 2:3). Este "hombre de pecado" representa una fuerza poderosa de oposición a Cristo, un sistema de engaño que se opondrá a Dios y buscará usurpar su lugar. Este es un agente del mal, un obstáculo en el camino a la completa revelación del Reino de Dios. Es importante entender que este "hombre de pecado" no es una persona individual sino un sistema o movimiento.

que se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; hasta sentarse como dios en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.(2 Tesalonicenses 2:4). Su arrogancia es suprema, pretende igualarse a Dios, desafiando abiertamente su autoridad y pretendiendo la adoración que solo pertenece a Dios. La presencia y la actuación del "hombre de pecado" serán una clara señal de la inminencia del regreso de Cristo.

¿No se acuerdan de que cuando yo estaba aún con ustedes les decía esto?(2 Tesalonicenses 2:5). Pablo recalca la importancia de recordad su enseñanza anterior, enfatizando la necesidad de discernir la verdad de la falsedad. Debemos estar alerta a las doctrinas engañosas y mantenernos arraigados en la palabra de Dios.

Y ahora ustedes saben lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.(2 Tesalonicenses 2:6). La Biblia no revela explícitamente lo que retiene la manifestación plena del "hombre de pecado", pero nos asegura que existe un poder que lo frena hasta el tiempo designado por Dios. Esto nos recuerda la soberanía de Dios en el control del tiempo y los eventos en la historia. Dios está en control.

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien lo impide hasta que sea quitado de en medio.(2 Tesalonicenses 2:7). El misterio de la iniquidad ya opera en el mundo, pero aún existe una fuerza que lo retiene. Debemos permanecer vigilantes y discernir las obras de las tinieblas. El entendimiento de este misterio requiere oración constante y estudio de la Palabra.