Hermanos, les rogamos, acerca de la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, que no se dejen mover fácilmente de su modo de pensar, ni se alarmen por ningún espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, que dice que el día del Señor está presente. (2 Tesalonicenses 2:1-2). No se dejen engañar por falsos profetas que anuncien prematuramente la segunda venida de Cristo, creando alarma y confusión. Debemos permanecer firmes en la verdad revelada en la Palabra de Dios, no dejándonos llevar por especulaciones o interpretaciones erróneas.