El Espiritu de Profecía y la Doctrina Sana en 1 Timoteo 4

Hermanos y hermanas en Cristo, 1 Timoteo 4:1 nos advierte: "Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos abandonarán la fe, siguiendo espíritus engañadores y doctrinas de demonios,". Estas palabras nos llaman a la vigilancia, a discernir entre la verdad y el error que se presentará con apariencia de piedad, pero que en realidad apartará a muchos del camino de la salvación.

El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, continúa en los versículos siguientes (1 Timoteo 4:3) para mencionar aquellos que prohíben el matrimonio y el consumo de ciertos alimentos. Estas son manifestaciones de doctrinas que no provienen de Dios, pues Él nos ha dado todo para que lo disfrutemos con agradecimiento, sabiendo que todo lo creado por Dios es bueno si se recibe con acción de gracias (1 Timoteo 4:4-5). No caigamos en estas restricciones impuestas por hombres, que buscan controlar la conciencia de los creyentes con preceptos humanos.

En contraposición a estas falsas enseñanzas, 1 Timoteo 4:6 nos exhorta: "Si les expones estas cosas a los hermanos, serás buen siervo de Cristo Jesús, alimentado con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido." La sana doctrina, la palabra de Dios, es el alimento espiritual que nutre nuestras almas y nos fortalece contra los engaños del enemigo. Es fundamental estudiar las Escrituras diligentemente, para que podamos discernir la verdad y refutar el error con sabiduría y amor.

El versículo 7 nos dice: "Pero rechaza las fábulas profanas y de viejas mujeres; y ejercítate para la piedad;" Aquí se nos insta a la disciplina espiritual. No debemos ser complacientes con el entretenimiento espiritual vacío, sino dedicarnos a la verdadera piedad, a la práctica de la vida cristiana, alimentados por la oración, el estudio de la Palabra y la comunión con otros creyentes.