No os afanéis por vuestra vida

Hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje de Mateo 6:19-34 nos advierte contra la acumulación de tesoros terrenales. "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, ni ladrones minan ni hurtan" (Mateo 6:19-20). Este versículo nos llama a priorizar la riqueza espiritual sobre la material, reconociendo la naturaleza efímera de las posesiones mundanas. Las riquezas de este mundo son pasajeras, sujetas a la destrucción y al robo, mientras que las inversiones en el reino de Dios, en el servicio a otros y en la búsqueda de la justicia, ofrecen una recompensa eterna.

Jesús continúa diciendo: "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mateo 6:21). Nuestras prioridades reflejan lo que realmente valoramos. Si nuestro corazón está apegado a las cosas materiales, nuestra vida estará enfocada en adquirirlas y protegerlas. Sin embargo, Jesús nos asegura que nuestro Padre Celestial conoce nuestras necesidades: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33). Esta promesa no nos exime del trabajo y la responsabilidad, sino que nos libera de la ansiedad y la preocupación excesiva. Confiemos en la provisión divina, sabiendo que Dios proveerá para nuestras necesidades físicas mientras nos enfocamos en Su reino.

"Por tanto, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal" (Mateo 6:34). La ansiedad es una carga pesada que nos roba la paz y la alegría. Jesús nos exhorta a vivir un día a la vez, confiando en la soberanía de Dios. Dejemos que nuestra fe en su provisión y su cuidado nos liberen de la preocupación constante por el futuro. En lugar de preocuparnos por lo que podría suceder mañana, dediquémonos a servir a Dios hoy, sabiendo que Él está con nosotros en cada paso del camino. Recordemos que la fe genuina se manifiesta en la confianza en la providencia de Dios.