Hermanos y hermanas en Cristo, ¿Dónde está nuestra verdadera patria? No en este mundo pasajero, lleno de tribulaciones y aflicciones, sino en los cielos, donde Jesús, nuestro precursor, nos ha preparado un lugar. Como dice Hebreos 11:16: "Pero ahora buscan una patria mejor, es decir, la celestial; por tanto, Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad". Nuestra ciudadanía no es de este mundo; somos extranjeros y peregrinos, como lo fueron los patriarcas de la fe, esperando la revelación gloriosa de nuestra verdadera morada.