Hermanos y hermanas, el libro de Proverbios nos exhorta a buscar la sabiduría con un corazón fervoroso. En Proverbios 2:1-5, se nos presenta una imagen vívida de este anhelo. Observemos el verso 1: "Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti," Aquí, el llamado es directo, personal e íntimo. No se trata de una lección teórica, sino de una invitación a integrar la sabiduría divina a nuestra vida, a guardarla en nuestro corazón como un tesoro preciado.
Este llamado a recibir y atesorar las palabras de Dios resuena con la importancia de la obediencia y la meditación en Su Palabra. Como dice Josué 1:8: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."