La Buena Lucha de la Fe: Reflexiones sobre 1 Timoteo 6:12

Hermanos y hermanas en Cristo, 1 Timoteo 6:12 nos exhorta a pelear la buena batalla de la fe, "Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual fuiste llamado, y de la cual hiciste buena profesión delante de muchos testigos." Este versículo no es una invitación a la pasividad, sino a una lucha activa y constante por nuestra fe. No se trata de una contienda física, sino espiritual, una batalla contra el pecado, las tentaciones y las fuerzas del mal que constantemente nos asedian.

La promesa que acompaña este llamado a la lucha es la vida eterna. No es una promesa lejana o incierta, sino una realidad palpable que está a nuestro alcance. Es una herencia asegurada para aquellos que perseveran en la fe, como dice Romanos 8:28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme a su propósito son llamados". Echar mano de la vida eterna implica aferrarnos a la esperanza de la salvación, a la promesa de Dios y a la certeza de su amor incondicional.

La lucha de la fe no es un asunto privado e individual. Nuestra fe debe ser pública, testificada ante los demás. "y de la cual hiciste buena profesión delante de muchos testigos" nos recuerda la importancia de vivir una vida coherente con nuestra fe, dando testimonio de Cristo en nuestras palabras y acciones. Debemos ser luz en el mundo, mostrando el amor y la gracia de Dios a aquellos que nos rodean. Como dice Mateo 5:16: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."