Hermanos y hermanas en Cristo, el versículo de Efesios 5:14 — "Despertad, oh el que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo" — nos lanza un llamado urgente a la reflexión. No se trata de un sueño físico, sino de un estado espiritual de letargo, de indiferencia ante la grandeza de Dios y la urgencia de su reino. Estamos llamados a la vigilancia espiritual, a estar alertas ante las artimañas del enemigo y a vivir plenamente para la gloria de Dios. Como dice 1 Tesalonicenses 5:6: "Así que no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios."