El discernimiento de espíritus, un don del Espíritu Santo (1 Corintios 12:10), es la capacidad sobrenatural de distinguir entre la influencia del Espíritu Santo y la de espíritus engañosos. No es simplemente una intuición o un buen juicio humano, sino una revelación divina que permite identificar la fuente de una palabra, una acción o una situación. Nos ayuda a discernir si algo proviene de Dios o de fuerzas contrarias a Él.