Hermanos y hermanas en Cristo, la proclamación de Jesús, "El reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17), no es una declaración pasiva, sino una llamada a la acción. No es un evento lejano en el futuro, sino una realidad presente que se manifiesta en nuestras vidas a través del poder del Espíritu Santo.
Este reino no es un lugar geográfico, sino una realidad espiritual, una transformación del corazón y una nueva forma de vivir bajo el reinado de Dios. Es un reino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17), donde el amor, la compasión y el perdón prevalecen.