En Génesis 3, leemos la historia de Adán y Eva, la primera pareja humana, y su desobediencia a la única orden explícita de Dios: no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. "Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás." (Génesis 2:16-17). Su desobediencia trajo consigo la muerte espiritual, la separación de Dios, y la maldición sobre toda la creación.