Cómo respondemos a este amor tan grande? Debemos amarlo a él con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas (Mateo 22:37), y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39). Este amor debe manifestarse en acciones concretas: servir a los necesitados, perdonar a quienes nos ofenden, y compartir el evangelio con el mundo. 1 Corintios 13 nos describe el verdadero amor, un amor paciente, benigno, que no busca lo suyo, sino el bien del prójimo.