Hermanos y hermanas, el libro de Proverbios nos advierte repetidamente sobre la naturaleza engañosa de los falsos amigos. Proverbios 18:24 dice: "Hay amigo que daña más que enemigo". Esta afirmación, aunque contundente, es una verdad bíblica innegable. Un amigo falso, a diferencia de un enemigo declarado, opera en la sombra, minando nuestra confianza y estabilidad con su hipocresía. Nos halaga a la cara, pero murmura a nuestras espaldas (Salmo 62:4). Su amistad es superficial, motivada por el interés propio, no por el verdadero amor.