La vestimenta blanca, en la Biblia, representa la pureza y la santidad de Dios. En Apocalipsis 7:9, vemos a una gran multitud vestida de ropas blancas, símbolo de la justicia imputada por la fe en Cristo: "Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas, y con palmas en las manos". Este pasaje nos recuerda la promesa de la limpieza del pecado a través de la sangre de Cristo, describiendo a los redimidos, vestidos con la justicia de Cristo.