Hermanos y hermanas en Cristo, la historia de la humanidad comienza con un acto de desobediencia. Génesis 2:16-17 nos cuenta cómo Dios dio un mandato claro a Adán: "De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás." Esta sencilla instrucción, una muestra del amor y la guía divina, fue quebrantada. La desobediencia, instigada por la serpiente, marcó el comienzo de la caída, introduciendo el pecado y sus consecuencias devastadoras en el mundo.